lunes, 8 de junio de 2020

VIERNES 12 DE JUNIO - NATURALES

ACTIVIDAD

1. copiar el siguiente texto

Cuáles son los riesgos de una mala alimentación?

Un niño con malos hábitos alimentarios no estará bien nutrido. Es decir, no está recibiendo las cantidades de nutrientes necesarias para un crecimiento y un desarrollo saludables. Esto puede llevarlo a tener un peso bajo o sobrepeso. Los niños mal alimentados tienden a tener un sistema inmunitario más débil, lo que aumenta sus posibilidades de enfermedades. Los malos hábitos alimentarios de un niño pueden aumentar el riesgo de enfermedades del corazón presión arterial alta diabetes tipo 2 colesterol alto más adelante en la vida.
Los malos hábitos alimentarios incluyen:
  • Comer una variedad muy limitada de alimentos.
  • Negarse a comer grupos enteros de alimentos, como verduras.
  • Comer demasiados alimentos de mala calidad nutricional, como sodas, chips (como papas fritas) y rosquillas.
  • Comer en exceso debido a que se le sirven grandes porciones o se le dice "deja limpio tu plato" o "

    ¿Qué causa los malos hábitos alimentarios?

    En niños que por lo demás son sanos, pueden formarse malos hábitos alimentarios por varios motivos. Los bebés nacen con una preferencia por los sabores dulces. Pero para que los bebés aprendan a comer una gran variedad de alimentos básicos, deben aprender a disfrutar otros sabores, porque muchos alimentos nutritivos no son dulces.
    • Alternativas de alimentos disponibles. Si siempre hay golosinas y sodas disponibles, la mayoría de los niños elegirán esos alimentos, en lugar de un refrigerio más nutritivo. Pero prohibir estas opciones puede hacer que su hijo las quiera incluso más. Puede incluir algunos alimentos menos nutritivos como parte de las comidas de su hijo, para que aprenda a disfrutarlos junto con otros alimentos. Intente mantener disponible una variedad de opciones de alimentos nutritivos y atractivos. Algunas ideas de refrigerios saludables y adecuados para niños incluyen:
      • Barras de queso.
      • Galletas de trigo integral y mantequilla de cacahuate.
      • Palomitas de maíz reventadas por aire caliente o bajas en grasa para microondas.
      • Barras de jugo congelado hechas con fruta 100% natural.
      • Frutas frescas y secas.
      • Zanahorias pequeñas con "hummus" o dip de frijoles (habichuelas).
      • Yogur bajo en grasa con frutas frescas.
    • La necesidad de una preferencia personal. Las luchas de poder entre un padre y un hijo pueden afectar la conducta alimentaria. Si se presiona a los niños a comer un alimento determinado, es más probable que se nieguen a comer ese alimento, incluso si se trata de algo que suelen disfrutar. Ofrezca una variedad de alimentos nutritivos. Su hijo puede decidir qué y cuánto comerá de las opciones que usted ofrece.
    • Sentimientos. La tristeza o la ansiedad de un niño, o una crisis familiar, pueden hacer que coma de menos o en exceso. Si piensa que las emociones de su hijo están afectando su alimentación, concéntrese en resolver el problema que causa las emociones, en lugar de concentrarse en la conducta alimentaria.
    Si su hijo está sano y come una dieta nutritiva y variada, pero parece que come muy poco, es posible que simplemente necesite menos energía de los alimentos (calorías) que otros niños. Y algunos niños necesitan más calorías diarias que otros de la misma edad o tamaño, y comen más de lo que usted podría esperar. Todos los niños tienen diferentes necesidades calóricas.
    En raras ocasiones, un niño podría comer más o menos de lo habitual debido a una afección médica que afecta su apetito. Si su hijo tiene una afección médica que afecta la forma en que come, hable con el médico de su hijo sobre cómo puede ayudar a su hijo a recibir la cantidad correcta de nutrientes. todo".
2. hacer el dibujo de lo que entendiste 

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